Los resultados de los estudio presentados en el informe principal revelan claramente que el reto de los factores repro tóxicos en el lugar de trabajo se ha subestimado. Este es el caso de la exposición a las sustancias con sospecha de ser alteradores endocrinos, que se ha subestimado principalmente porque la mayoría de las sustancias químicas interfieren hasta cierto grado con la regulación hormonal. La exposición a partículas también es común en el entorno laboral y está muy poco regulada, excepto mediante límites de exposición profesional poco concisos.
El debate de si introducir los reprotóxicos en la directiva de carcinógenos y mutágenos aún no se ha resuelto debido a los distintos puntos de vista y a la limitada disponibilidad de datos que lo sustenten. No obstante, sí hay acuerdo en que se necesita urgentemente aumentar la concienciación y desarrollar directrices específicas.
Aunque una parte importante de los trabajadores está expuesta a los riesgos laborales para la reproducción, muchos de los factores adversos no se han estudiado lo suficiente o no se consideran importantes. Este es un tema que merece atención ya que la reprotoxicidad tiene un impacto inmediato en el futuro a largo plazo de nuestra sociedad. Es necesario un aumento de la concienciación en todos los ámbitos sociales; para que, en vez de que este tema se considere como un trastorno para las empresas, se reconozca la importancia de los embarazos para la sociedad, ya que son la base de una fuerza trabajadora sostenible. Si se atienden a presiones psicológicas subconscientes o a varios agentes y factores que hacen que no se realicen mejoras en los lugares de trabajo para acomodar condiciones de trabajo seguras en lo que respecta a la salud reproductiva y gestacional, esto repercutirá negativamente en el futuro de las empresas y, en determinado momento, en el de toda la sociedad.